jueves, 28 de octubre de 2010

UNO APRENDE EN LA AMISTAD O EN EL AMOR

“Uno aprende en la amistad o en el amor que por más que esté nublado el camino, la vida te da revanchas que harán que no todos los días, sean grises, sino soleados”. “No puedes admitir que una derrota te haga sentir menos que los demás, esta vida da revanchas”. Luis Gabriel Carrillo Navas. Hemos decido en esta ocasión compartir estas dos frases, del mismo autor, las cuales nos han hecho remembrar las historias de nuestros padres y de nuestros abuelos, aquellos que en el pasado lucharon por la construcción de la democracia.
Los azules, eran vivo ejemplo de lucha cotidiana por la democracia; desde su fundación la principal característica de los azules, era luchar desde la salida del sol hasta el ocaso; poniendo su manos, su alimento, su sudor y cansancio en cada acción. No daban, ni pedían cuartel. Tenían por costumbre cumplir con sus preceptos religiosos un día antes de las elecciones, porque no sabían el momento en que más se les necesitará.
Historias, un poco absurdas para algunos, se escuchaban como aquella de una jovencita de quince años, que en su natal Chihuahua, se dedicó a cuidar a los niños de sus vecinos, el día de la elección, para que sus padres fueran a emitir su voto. Dicen que su comentario era: “si yo no puedo votar, que lo hagan los que pueden”. Esa historia recorrió el país, motivando a otros ciudadanos a adoptar el color azul, aunque otros prefirieron otro.
Pero era un hecho que tras conocer el resultado, que desgraciadamente era negativo, los azules, respiraban profundamente y exclamaban, estamos derrotados, pero seguimos en la lucha. Comenzando inmediatamente a planear las acciones de protesta por el resultado. Usted, amable lector, recordará a Fausto Zapata, aquel gobernador electo, pero que no duró en el poder, gracias o debido a la resistencia que las bravas mujeres potosinas, emprendieron; lucharon por los azules y por el Dr. Salvador Nava.
Sabían que la peor derrota era precisamente sentirse derrotados; porque se piensa lo que se siente y se dice lo que se piensa. Así que los azules, desde hace mucho tiempo, elaboraron lemas de campaña, adoptaron la mercadotecnia política, estudiaron casos de ÉXITO. ¿Recuerda el lema de campaña de Obama? “We can do”, es similar al “Sí se puede”. Aunque no es un lema exclusivo de los azules, si encierra la mística del movimiento azul.
Nosotros no podemos afirmar o negar, nuestra preferencia de color; eso queda de lado; pero lo que sí podemos afirmar, de manera categórica, es que es en los azules donde encontramos ejemplos de valor, tenacidad y entrega por la lucha democrática; aquí, en nuestra Matehuala, la siempre Perla del Altiplano, existieron y existen hombres cabales y ejemplos dignos de seguir como: Lorenzo Díaz, Juan Vázquez, Paulino Martínez Carmona, Martín Carmona, Macario Salazar y… podríamos seguir enumerando a aquellos que dieron la lucha y abrieron camino, manteniendo la flama de la esperanza ardiendo , en los corazones de todos y cada uno de los Matehualenses.
Gracias a ellos, el Instituto Político Azul, se consolidó con el correr del tiempo, lucharon por una Matehuala, mejor y más digna para todos, esa era su consigna de lucha en cada reunión, en cada charla de café. Y cuando uno de ellos, mostraba un poco de desánimo, los otros se encargaron de brindar consejo y consuelo; fortaleciendo el espíritu de lucha. Por eso cuando se reunían en sus Asambleas o Convenciones, se nutrían del espíritu de democrático que debían de transmitir al resto de sus conciudadanos.
Ciertamente, algunos sufrieron de persecución, por el simple hecho de ser azul; eran como un sujeto extraño, que poco a poco fue ganando terreno. La lucha, era de todos los días, a pesar del cansancio del cuerpo, el alma vibraba, en cuanto recibía la convocatoria para empezar la actividad política. Sin importar el sacrificio.
Por todo anterior, es que nos preocupa y ocupa, que los hombres de un Instituto Político como el azul, empiece a sentir los estragos del mareo del poder. El pasado domingo, se mostraron más preocupados por colocar en las listas de candidatos, que por consolidar la Unidad del partido; ni siquiera se cuestionaron si estaban enviando al consejo estatal a los mejores; simplemente querían demostrar fuerza. Aunque esto implicará derrotar a dos compañeros.
El Dr. Pablo Ávila Sauceda, miembro muy antiguo en el Instituto Político Azul, participó en el pasado proceso electoral como candidato a la diputación loca. Fue derrotado es cierto, y cuando pensaron que había terminado su vida política, se lanzó nuevamente a querer ser miembro del consejo estatal; pero el voto no le favoreció. Fue derrotado, esperemos que no vencido. Aunque algunos de nosotros, no le vemos como un candidato externo, sí le vemos como un buen consejero; al menos demuestra que conoce la estructura doctrinal del partido y es de los pocos prudentes.
Por lo que sabemos, viene de esa época de lucha, en la que la arenga y la actividad política se hacía con las manos, sudor y suela.
Los que integran un Instituto Político, deben de comprender que no todos pueden ser candidatos, algunos deben de conservar la posición de consejeros; es tal vez, la tarea más difícil, pues tienen que mantenerse al margen de los reflectores, cámaras y micrófonos; pero alguien debe de hacerlo. Pero nuestro pensar no coincidió con el de los grupitos de interés. Aunque como lo hemos dicho, porque escrito está, no todo ha terminado para el doctor, tiene aún la posibilidad de ser propuesto por el Comité Directivo Estatal, pero esto implicará desafiar las indicaciones o sugerencias de Sonia Mendoza.
A ella, poco o nada le importa impulsar a su gente, una prueba más de ello, es que también fue derrotado Salvador Páez Sifuentes, amigo incondicional de la diputada federal, pero en esta ocasión, solamente fue un peón sacrificado por las componendas entre Sonia Mendoza, Perla Guerra y Víctor Mendoza. Hasta donde percibimos y nos comentan, ellos no operaron por Pablo y Salvador.
Algunos afirman que el apoyo lo recibieron de los Choppers, interesados tal vez; en dividir a los grupitos de interés o bien, porque tanto Pablo como Salvador, tienen lazos familiares o de amistad con el grupo Chopper. Para nadie es secreto que el director de Ecología, Emanuel Páez Sifuentes, es hermano de Salvador y de acuerdo con datos de la nómina Pablo tiene por jefe al Oficial Mayor, Jesús Salvador Ramírez. Según hemos podido averiguar, este último; conoce a ambos desde hace tiempo.
Son importantes las relaciones y los planes futuros, pero también lo es que los Choppers, consideraron en dar el apoyo a Pablo y Salvador, porque eran dignos candidatos al Consejo Estatal. La verdad, sólo le conocen quienes estuvieron fraguando como iban a comportarse en la Asamblea Municipal. Esperemos que tanto Pablo como Salvador, consideren no estar vencidos, y que sigan creciendo. Ellos deben saber que “No puedes admitir que una derrota te haga sentir menos que los demás, esta vida da revanchas”.