"Quienes negaron la libertad, para defender sus
privilegios; no pueden reclamarla ahora, para intentar recuperarlos."
José de San Martin
Bien
dicen, la vida es como la rueda de la fortuna, a veces estamos arriba
y a veces... abajo. Los señalamientos entre los diferentes medios de
comunicación, sobre quién apoyó a tal o cual candidato, tomaron un
giro inesperado. Mientras que MVS Comunicaciones, se “mantuvo” al
margen, no mostrando apoyo a Enrique Peña Nieto; otros medios,
Televisa y TvAzteca fueron acusados de parcialidad.
Pero
hoy por hoy, lo que se comenta en pasillos y corrillos políticos,
empresariales y en los diferentes medios de comunicación es la
controversia de la concesión de la banda 2.5 GHz, que le han o le
van a retirar a MVS Comunicaciones; la cual tiene tintes de novela de
detectives. Dejando al descubierto, que la pasada confrontación
entre este medio de comunicación y el gobierno federal, por los
comentarios editoriales de Carmen Aristegui, tenía su origen en la
mencionada negociación de la concesión de la banda 2.5 GHz.
Joaquín
Vargas, en un afán de retener la mencionada concesión, tuvo que
aceptar que ofreció “la cabeza” de Carmen Aristegui; disfrazando
la acción como un acto de congruencia con su famoso código de
ética; en ese entonces las reacciones a favor y en contra de la
salida de Carmen, no se hicieron esperar; tal fue la presión que
Joaquín Vargas, recapacitó y reinstaló a la periodista.
Esta
es la segunda ocasión que Vargas, ejerce presión, la primera fue
durante el proceso de venta de IMEVISION. Desgraciadamente, para
Joaquín y para la empresa que representa, tampoco le ha dado
resultado; hasta el momento. Sin embargo, a todas luces, es evidente
que la Libertad de Expresión, así como los impulsores y defensores
de la misma se han convertido, en rehenes de empresarios que mercan
con los derechos más básicos de la sociedad.
Tal
parece que la moda es... utilizar a los medios de comunicación como
medio de presión; el cochupo ha tomado una nueva dimensión; no
importa ya si se quiere pagar poco o cobrar demasiado, por la famosa
concesión. El hecho, que desde nuestra trinchera comentamos, es que
simplemente vemos que la Libertad de Expresión le quieren subordinar
al negocio.
Entendemos
que en toda negociación, hay vencedores y vencidos; pocos siguen el
principio de los años 80 de “ganar-ganar”; prefieren la
política del asadón: “todo para mí, nada para ti”. Es cierto,
que al perder la concesión, otros podrán aspirar a conseguirle y
por los montos que se están manejando, pocos podrán hacer una
propuesta válida.
Pero
dejemos en claro lo siguiente: Joaquín Vargas y MVS Comunicaciones,
no pierden la concesión por los comentarios editoriales de Carmen
Aristegui; pero sí es un hecho, que dichos comentarios e incluso la
persona de Carmen, fueron utilizados como medio de presión en la
negociación, sin que la periodista tuviera conocimiento.
Como
buen capitalista a Joaquín Vargas, poco o nada le interesa la
Libertad de Expresión, mientras haga negocio. Con Felipe Calderón
quería mantener la concesión de la banda 2.5 GHz y con Peña Nieto,
se vislumbraba que deseaba o desea la concesión para tener la tercer
cadena de televisión abierta, cosa que le falta y requiere para
consolidarse y ser un verdadero rival de Televisa y TvAzteca.
Argumentos
y posiciones, podrán variar; la nuestra es una más. Eso no nos
preocupa, pero sí el hecho de que hoy, quedó evidenciado la forma
en que se hace política y negocios en nuestro país. Este es uno de
tantos, robustecido por las “evidencias” que mostraron pero nos
deja muy en claro que "Quienes negaron la libertad, para
defender sus privilegios; no pueden reclamarla ahora, para intentar
recuperarlos.