sábado, 1 de septiembre de 2012

La democracia, es la necesidad de...


La democracia, es la necesidad de doblegarse de vez en cuando, a las opiniones de los demás.
Winston Churchill

Cientos o miles de mexicanos, presenciaron la transmisión del canal judicial, en donde se dio a conocer que se desestimo la petición de nulidad de la elección presidencial; solicitada por AMLO y seguidores. Conforme conocíamos el proyecto, en las redes sociales la pasión empezó a manifestarse, unos a favor y otros en contra.

Unos denunciando fraude, otros simplemente festejando porque Peña Nieto, recibirá su constancia de mayoría. Es cierto, los mensajes de ambos bandos, contaban con frases pre hechas. Nos llama la atención que los seguidores de estos personajes, Peña y AMLO; solo esperan respuesta afirmativa y en sentido positivo a sus inquietudes y peticiones.

No podemos negar, que este proceso electoral, en el que se renovaron o eligieron diversos puestos, en los tres niveles gobierno y en dos de los tres poderes de la Unión; simplemente se caracterizó por que actuaron con mayor frecuencia; antes, durante y después del tan mencionado proceso. Los tribunales electorales tuvieron algo que decir desde las precampañas. Desgraciadamente su veredicto, dictamen o sentencia nunca tuvieron una aceptación positiva en ambos bandos.

Los jueces o magistrados, fueron los nuevos actores del proceso electoral; sin embargo, sus decisiones no siempre han sido aceptadas, por considerar endebles sus argumentaciones. Hoy por hoy, no basta conquistar el voto ciudadano con una frase de alto impacto; se requiere un verdadero ejército para impulsar al candidato en su conquista de la posición anhelada. Se requiere además, encomendarse a la corte celestial, para no caer en manos de la corte electoral.

En el pasado, era suficiente un voto para ser ungido como el candidato triunfador; en consecuencia los derrotados, doblegaban su voluntad ante el grupo o partido triunfador. Sin embargo, en nuestra querida Patria, a voz en cuello se denuncia un fraude, perfectamente elaborado; en el que participaron medios de comunicación y empresas encuestadoras. No nos extraña que los medios de comunicación, sean acusados, siempre han existido comunicadores, que ceden ante los encantos del “cochupo” proporcionado por los grupos de interés.

Lo que nos extrañó, fue el papel que se le atribuye a las empresas encuestadoras; pues se afirma, que dichas empresas en lugar de medir la tendencia del voto ciudadano, se convirtieron en constructores de la tendencia a favor de determinado candidato, que pudiera cubrir sus honorarios. También nos llamó la atención, la existencia de tarjetas prepagadas en Soriana y cuentas de ahorro en Monex; este es uno de los puntos más cuestionados.

Otro elemento nuevo, en el proceso electoral, son los “bots” en redes sociales; se crearon cientos de cuentas con una sola finalidad, hablar bien del candidato que paga; por eso no nos extrañe encontrar cuentas inactivas en Twitter y Facebook, tanto de los candidatos perdedores, como de ciertos “fieles seguidores”. Esta estrategia no fue exclusiva de un instituto político.

Podríamos seguir, enumerando y comentando, pero es necesario que dejemos algo en claro; la presunción de fraude no sólo fue en la elección de la Presidencia de la República; existen otros que denuncian irregularidades; por ejemplo en el proceso local en San Luis Potosí, quien ocupa el tercer lugar de la lista plurinominal de diputados locales, presento recurso de inconformidad contra quien ocupa la segunda posición, porque no renunció en tiempo y forma; aclaramos son del mismo color o partido político.

De todo lo anterior resulta, que el proceso electoral puede iniciar con las precampañas; pero se ignora cuando finaliza. Si cometemos el error, de considerar que la disputa por la Presidencia de la República terminó, cometeríamos un error. Si Carlos Salinas, tuvo al inicio de su sexenio un grave problema de legitimidad; Enrique Peña, enfrentará uno mayor acompañado de desobediencia civil. Se requiere que su equipo de asesores trabaje en el diseño de estrategias que legitimen la elección y la administración de Peña Nieto.

Los seguidores de AMLO, harán lo necesario para que Peña Nieto fracase en el proceso de legitimización y es que pocos, ante la gran cantidad de comentarios que afirman la existencia de fraude, creen que: La democracia, es la necesidad de doblegarse de vez en cuando, a las opiniones de los demás.