sábado, 15 de septiembre de 2012

Si hubiera parque...



Si hubiera parque, no estaría usted aquí.
General Pedro María Anaya
Estas fiestas patrias en todo México, se encuentra cubiertas por velo de la incertidumbre; en diversos municipios, a lo largo y ancho del territorio nacional, han decidido suspender la tradicional ceremonia del Grito. Razones, argumentos y opiniones; a favor y en contra de tal decisión no faltan. Algunos en sus reflexiones, cayeron en la frase del General Anaya: Si hubiera parque…

Si hubiera parque… no tendríamos una ola de violencia, afectando de manera directa a ciudadanos libres; cuyo único pecado es haber estado en el lugar y momento equivocado.

Si hubiera parque… las organizaciones criminales, podrían ser contenidas, para ser llevadas ante la justicia y que respondieran por los actos criminales de los que son autores materiales e intelectuales.

Si hubiera parque… los políticos ficticios que tenemos en los congresos locales y en el Congreso de la Unión, en vez de rendir ciega pleitesía al gobernante en turno; le exigirían que tomara el timón con mano firme y a voz en cuello arengará a las fuerzas militares, si es preciso, para que combatieran sin dar o pedir cuartel; pero sobre todo, que demandara que nadie cayera en la tentación del soborno.

Si hubiera parque… los legisladores, actuarían como hombres y mujeres dignos del cargo; con la suficiente vergüenza, para no aceptar un sueldo que no desquitaron; demostrarían con hechos y no con discursos pueriles, que están adecuando el marco legal a nuestra realidad; para que el responsable pague por su delito y la víctima encuentre justicia.

Si hubiera parque… el policía de la esquina, al que vemos todos los días, no se atrevería a pedir para un café o una soda. Tampoco andarían golpeando a manifestantes indefensos. Ni se dedicarían a arrestar a los adolescentes que sólo platican en las esquinas.

Si hubiera parque… los ciudadanos libres y responsables, podríamos vivir con tranquilidad y confianza; sin importarnos el color del instituto político del gobernante en turno, porque lo único que deseamos es que se gobierne bien, sin excusas o pretextos.

Podríamos continuar nuestra letanía, algunos políticos ficticios de poca monta, pueden mofarse de ella; argumentar que son lo mejor de lo mejor. Sin embargo, hoy seguimos escuchando o leyendo, que tal o cual político que brinco de diputado local a federal, simplemente dejó a su suplente sin un solo centavo. Unos calificaron la acción como un acto magistral del ahora diputado federal, pero otros simplemente piensan que es un simple y vulgar pillo de quinta.

Por estas acciones, algunos ciudadanos ya no creen en los institutos políticos, gobernantes, diputados o miembros de las fuerzas del orden. El ciudadano libre y consciente, se encuentra entre dos fuegos, no sabe cuál bando es menos peor. Tal parece que los “buenos”, reaccionan a los actos criminales, en ocasiones con demasiada lentitud; tenemos como ejemplo los tristes eventos de Nuevo León, Jalisco, San Luis y… la lista es grande.

Escrito está, que es responsabilidad del gobernante el garantizar la seguridad, pero eso no significa que nos oculte información, manipulando los titulares de los medios de comunicación formales, con el falso pretexto de que se ahuyenta al turismo, fuente de divisas que tanto necesitamos; lo cierto es que podrán manipular los medios de comunicación formales de Nuestra Querida Patria, sin embargo, con los foráneos es otra historia.

El parque que necesitamos, no son balas; lo que necesitamos es firmeza, valor, honestidad y congruencia. Ese es el parque. Es decir, hoy por hoy, necesitamos de hombres y mujeres dignos del cargo; comprometidos con la Patria de corazón. De cobardes y traidores, estamos hartos; ya no queremos afirmar Si hubiera parque, no estaría usted aquí.