Cuando los
vientos de cambio soplan, algunos construyen refugios y se ponen a salvo... otros
construyen molinos y se hacen ricos.
Claus Möller
Es tiempo, de que los ciudadanos
libres no sólo reflexionen; si no que actúen en consecuencia. Desde el inicio
del proceso electoral, vimos como aumentaban las cuentas de Facebook y Twitter,
por mencionar las redes sociales, más populares; muchas de ellas, “creadas”
para demostrar la penetración de determinado candidato, crearon un escenario
temporal; hoy empiezan a ser abandonadas.
Sin embargo, los ciudadanos
libres, desde su cuenta personal empezaron a opinar y a brindar el apoyo a
determinado candidato; algunos disfrutaron del triunfo y otros… conocieron el
sabor amargo de la derrota. Ahora, necesitamos reflexionar para qué queríamos
que ganara “nuestro” candidato. ¿Ganaríamos algo? ¿Impulsaríamos el cambio? ¿Construiríamos
un refugio o un molino?
Durante la precampaña electoral,
fuimos testigos de cómo se fueron dando la elección de los candidatos; mientras
que en la campaña, nos percatamos de cómo se fueron posesionando cada uno los
actores, hasta conocer el resultado de la elección. Cayó la moneda, que en el
aire estaba, el voto determinó el triunfador. Es cierto, surgieron en la
izquierda y en la derecha, afirmaciones que empañaron el proceso electoral.
Se habla de compra y también de
venta de votos; así como de otras “irregularidades”. Escuchamos a Andrés Manuel
decir: El re conteo no es suficiente. Entonces surgen varias interrogantes. ¿Qué
debemos cambiar el marco legal o los hombres? Si con pruebas en la mano y ante
los tribunales, podemos demostrar el fraude o lo irregular de la elección, ¡genial!
Pero escrito está, hemos afirmado: con pruebas.
Por lo visto, la Izquierda Mexicana
continuará con su discurso de descalificación y tendremos nuestro segundo
presidente espurio. La derecha seguirá meditando y tratando de entender cómo
llegaron al poder y se mantuvieron solo por 12 años; veremos, si el Creador lo
permite cuánto tiempo les toma retornar al poder y sobretodo que siglas tendrá
la derecha en ese entonces.
Todo lo anterior es importante,
sin embargo, el despertar ciudadano tiene mayor relevancia; por primera vez
escuchamos al ciudadano en las redes sociales; sin color o instituto político.
Eso preocupa a quienes detentan el poder en los diferentes grupos. Dos temas
sobresalen de la campaña electoral:
La candidatura ciudadana. Durante la campaña escuchamos a
candidatos, sin importar nivel o puesto, que se auto ungieron como Candidatos Ciudadanos,
pero lo eran por moda, discurso o simplemente para alejarse de la mala imagen
de su propio Instituto Político. En el momento en que los ciudadanos libres,
puedan ser candidatos independientes los institutos políticos se reforman o se
extinguen. Los cotos de poder estarán condenados, las negociaciones sobre y bajo
la mesa se habrán acabado; y no hablemos de los partidos morralla o de los
partidos familiares. Hay que seguir impulsando la candidatura ciudadana.
“Chapulineo”. Con esta pequeña palabra etiquetamos a los “políticos
de carrera”, esos que tienen más de… 6, 15, 18 o más años; viviendo del
presupuesto. Se autodenominan como gente de experiencia y resultados, como baluartes
o lideres morales de sus Institutos Políticos, como dignos representante de la
sacrosanta salvación. Son los fariseos de la democracia, sólo buscan su bien
personal. Para extinguirlos se tiene que impulsar a nivel local y federal la
reforma que obligue primero a que cumplan con los tres o 6 años de su periodo.
En Monterrey y San Luis Potosí, ya iniciaron con este tema.
Si durante los próximos tres
años, impulsamos estos temas y no los ponemos en el cajón de los recuerdos,
podremos generar un cambio y contribuir a consolidar la democracia como sistema
de vida; eliminando a los nuevos tiranos que cambian de puesto cada 3 años,
bajo el amparo de la partidocracia.
Es tiempo, para que los
ciudadanos libres empiecen a impulsar su propia agenda; tenemos que dejar
nuestro puesto de espectador, porque “Cuando los vientos de cambio soplan,
algunos construyen refugios y se ponen a salvo... otros construyen molinos y se
hacen ricos”.