jueves, 5 de julio de 2012

El PAN dulce se acabó, sólo tenemos PAN salado

El PAN dulce se acabó, sólo tenemos PAN salado.
Equipo de Civiltas

El exámen de conciencia, dejó de ser un ejercicio, ahora es una obligación; sobretodo antes de presentarse ante los consejeros estatales y nacionales del Instituto Político Azul. Son muchos los que deben rendir cuentas, asumir las consecuencias de sus actos y decir: ¡Adiós!. Desgraciadamente no sólo es a nivel nacional, si no estatal; aunque algunos canten ¡Vicotria! por unas posiciones ganadas, porque lo importante es el balance general.

Decir "El PAN dulce se acabó, sólo tenemos PAN salado" es cruel, pero real; debe de tocar fondo el Instituto Político Azul y muchos de sus militantes. Es un hecho, durante la foxmanía ingresaron miles de ciudadanos al Instituto Político Azul, fueron tantos, que no fue posible darles formación doctrinal adecuada y capacitarlos para que fueran militantes por convicción y no solo por accidente. Con el triunfo de Fox, el ingreso de ciudadanos al Instituto Político Azul fué increíble, aumentando la problemática; pero nadie tomo cartas en el asunto, todo era miel sobre hojuelas.

En el 2000, ¿ganó Fox, por casualidad? ¿su triunfo, fue producto del trabajo partidista? ¿el mérito del triunfo fue de Fox o del Instituto Político Azul? ¿la estructura foxista fue asimilada por los Azules? Tomando como punto de partida que el gobienrno federal era Azul, pensaban refrendar el triunfo en 20006; sin embargo, se manifestaron pugnas internas que lo pusieron en riesgo. Lo anterior debido a que el candidato favorito de Los Pinos, era Santiago Creel; situación que no fue aceptada por quien tiempo después sería conocido como el "hijo desobediente", Felipe Calderón; quien finalmente triunfo sobre Andrés Manuel López, por un pequeño margen de ventaja.

Hoy lamentablemente, el Instituto Político Azul, se enfrenta a una cruda realidad: El proceso interno de selección de candidatos, estuvo manchado por diversas impugnaciones a nivel nacional y local; las campañas locales, al menos en San Luis Potosí, no estuvieron en armonía con la campaña federal; cada candidato se ocupaba de su campaña y se olvidaba de los demás candidatos, llegando incluso a "negociar" el voto cruzado, aunque esto implicara "entregar" a su compañero de partido; solo esto puede explicar la derrota del candidato a la alcaldía Alejandro Zapata Perogordo, en la Capital potosina y de su compañero de partido Jorge Lozano Soto, quien fuera candidato a diputado local en el V distrito con cabecera en la misma Capital potosina.

¿Por qué mencionamos el caso de la Capital potosina? Simple, en la Capital potosina los resultados fueron positivos para Josefina, para 3 de 4 diputados locales, para los dos diputados federales y ganan las dos senadurías; de hecho, las dos senadurías se ganan por el trabajo implecable de Octavio Pedroza ex alcalde y segundo en la fórmula para el senado; de no haber hecho campaña eficiente y eficaz, hoy no tendrían los azules dos senadores. Aunque hay que decirlo, en los restantes cinco distritos federales el voto no le favoreció.

La situación es crítica, el Instituto Político Azul, no dedicó tiempo para: formar nuevos cuadros, consolidar estructura electoral, detectar simpatizantes, conformar estructura de movilización, realizar el ahorro necesario del recurso económico y tampoco buscó fuentes de financiamiento frescas. Olvidaron la máxima de Napoleón, para ganar una guerra se necesitan tres cosas; dinero, dinero y dinero.

Ante el escenario de derrota y teniendo tres años para reconstruir el Instituto Político Azul, los militantes deberán de presionar para que los dirigentes en los tres niveles, puedan responder al gran reto, recuperar terreno y convertirse en la segunda fuerza, porque llegar a la primera es un escenario deseable pero imposible. Hoy deben los militantes y posibles aspirantes estar consciente de que "El PAN dulce se acabó, sólo tenemos PAN salado".