La cooperación no es
ausencia de conflicto, sino el medio para resolver el conflicto.
Deborah
Tannen
En la última
semana del mes de julio, el Instituto Político Azul conocido como PAN, ha
empezado a sufrir los estragos de la derrota; el conflicto entre los
calderonistas y los maderistas es evidente. Dos grupos con posturas opuestas,
las dos con la “firme” intención de corregir los errores cometidos; todo con la
finalidad de regresar al poder.
El conflicto existe, pero no vemos que ambos grupos del Instituto
Político, tengan la voluntad de cooperar para resolver su conflicto interno;
conflicto que lo envío al tercer lugar de las preferencias electorales. Juan Domingo
Perón señaló “Los partidos políticos triunfan o son destruidos por sus
conductores. Cuando un partido político se viene abajo, no es el partido
político quien tiene la culpa, sino el conductor”. Así que son sus “conductores”,
los que deberán de determinar el nuevo curso de acción a seguir.
Por qué dedicamos estas líneas al instituto Político Azul; porque fue
el primero en lograr la alternancia en el poder, al lograr en el 2000 el
triunfo en la elección presidencial; y porque en una democracia es vital que
los ciudadanos tengan opciones políticas reales, es absurdo pensar que todos
los habitantes de nuestra querida Patria, tengan la misma ideología.
Pero cuáles son las propuestas de ambos grupos: los calderonistas el
próximo día 11 de Agosto, en la sesión del Consejo Nacional buscan que el
proceso de reflexión se desarrolle en el menor tiempo posible y que la Asamblea
Nacional Extraordinaria se adelante y sea convocada para noviembre, antes de
que acabe su mandato Felipe Calderón. Los calderonistas buscan modificar los
estatutos para tener una nueva forma de elegir a sus candidatos y una nueva
manera de administrar el financiamiento público y privado que permita destinar
mayores recursos a los procesos electorales.
Por su parte, Madero Muñoz en alianza con los temidos miembros de la
organización del Yunque, quiere un proceso de reflexión más largo, con
consultas estatales y una ruta definida que supere este año, convocando a la
Asamblea Nacional hasta el mes de mayo próximo, ya sin Calderón Hinojosa como
primer mandatario.
Ambos personajes, se encuentran conversando con los consejeros
nacionales, para obtener el mayor número de votos a favor de su respectiva
propuesta; es decir necesitan 191 votos. Así que la sesión del Consejo Nacional
es fundamental para que la Asamblea Nacional sea en noviembre o mayo; aunque
existe la tercera alternativa reformar estatutos en noviembre y renovar el
Consejo Nacional en mayo.
En el fondo, el conflicto es quien conserva o gana el poder para
controlar el destino del Instituto Político Azul; el grupo triunfador procederá
a reacomodar eliminando o encumbrando a los diferentes grupos locales; lo cual
implica una lucha larga y costosa para la democracia en México; según sea el
resultado podremos pronosticar nuevos escenarios y posturas, durante los
próximos tres o seis años. Los que saben
de política, dicen que el retorno al poder, les llevará a los panistas al menos
doce años.
Mientras no exista la cooperación entre las diferentes facciones
azules, su retorno será más lejano. Y es que los Azules o panistas, como desee
llamarles deben de entender que “La cooperación no es ausencia de conflicto,
sino el medio para resolver el conflicto”.