El porvenir está en
manos del maestro de escuela.
Víctor Hugo
El discurso y la acción política,
hoy por hoy, se han divorciado; cada uno tiene su propio camino, por ejemplo;
por un lado, el gobernador del Estado Libre y Soberano de Michoacán, con apoyo
firme y decidido de las fuerzas federales, lanzó contra estudiantes normalistas
alrededor de 1300 elementos armados hasta los dientes. Por otro lado, en el
marco de la presentación del Plan de Desarrollo Integral 2012-2015, el
gobernador Fausto Vallejo llamó a construir un nuevo pacto social para la
estabilidad y el crecimiento del estado. Destacó que este pacto deberá
"impedir más bloqueos en la ciudad, más tomas de autopistas y casetas,
secuestro de transportes y conductores, suspensión de clases, pues todo esto
crea inestabilidad y daña la imagen del estado". Puntualizó que además
genera una percepción de inseguridad y violencia, "y Michoacán es mucho
más que eso".
Fausto Vallejo, perdió la brújula
o ignoró a sus asesores; definitivamente que hoy, más de un activista o
político de nuestra Gran Nación, tendrá que pronunciarse a favor o en contra de
los hechos violentos entre normalistas y las fuerzas del orden. Nadie puede
negar que tengamos conflictos, tampoco que tenemos un problema de seguridad y
mucho menos, que las figuras de poder se encuentran desgastadas; sin importar
el color que se tenga.
El otro bando, el conformado por
estudiantes normalistas, maestros tanto de la CNTE y del SNTE, así como padres
de familia según ellos; tenemos como siempre a los que siempre han sido y serán
“carne de cañón” los estudiantes, quienes asumen una postura radical y poco
racional para algunos y además, recurren a las añejas actividades de secuestro de
vehículos; claro está que sus maestros dicen y declaran que ellos jamás les
pidieron tal cosa, pero les apoyan.
El problema tiene dos caras, por
un lado el del “opresor”: Sólo han transcurrido 243 días desde la toma de protesta
de Fausto Vallejo y 106 de las elecciones presidenciales; y ya se está
recurriendo al uso de la violencia como medida para contener a los estudiantes.
Es cierto, se tiene que proteger los derechos de los particulares que no tienen
vela en el entierro; pero que se haga con poco más de cerebro; no tomaron las
normales. Las fuerzas del orden, pelearon con los estudiantes… cual viles
pandilleros. Revisen las fotos de la pelea, algunos polis aunque equipados,
salieron apaleados. En suma, el gobernador Fausto Vallejo, demostró no tener
capacidad para negociar y tampoco demostró tener capacidad para tomar por
asalto las instalaciones y someter a los mocosos revoltosos.
El bando opositor al gobernador y
a las fuerzas del orden, denominadas por ellos como PRI-PAN, gritan y alegan
que quieren defender las Normales Rurales. Se oponen a la reforma curricular,
impulsada por el gobierno federal; como primer y único recurso recurren a la
toma de normales, cuando no tiene el eco y resonancia política entonces pasan
al secuestro de unidades del transporte o de lo que sea, lo importante es
llamar la atención, generar impacto; por último, se acercan lo suficiente a las
fuerzas del orden para que los pongan como santo cristo. Después vendrán las
marchas, toma de casetas o carreteras para exigir la liberación de los
compañeros presos; o bien, para denunciar la violación de los derechos humanos
por los inhumanos miembros de las fuerzas del orden.
En resumen, ambos bandos carecen
de la capacidad para negociar o para proponer y hacer valer la razón; aclaramos
que no hemos entrado al detalle del conflicto, solo le hemos descrito; porque
nos parece absurdo. Si la izquierda, a nuestro ver, quiere ser realmente una
fuerza política de vanguardia y racional, debería estar siempre unida ante este
y otros problemas, pero tal parece que sólo hay capacidad para bloquear la
reforma laboral. Es aquí, donde quisiéramos ver a los diputados federales de la
famosa “izquierda”, esos que no renunciaron a su dieta, esos que no siguieron a
Andrés Manuel López Obrador, en su camino y misión de construir una opción
política de izquierda
Quisiéramos ver la voluntad
política en todos los actores, para resolver racionalmente este y otros
conflictos; pero sobretodo el referente a la educación normalista, porque es en
las normales donde se forman los maestros que educarán a los próximos
ciudadanos y bien lo dijo Víctor Hugo y escrito está, El porvenir está en manos
del maestro de escuela.