martes, 23 de octubre de 2012

EL TERCERO EN LA FILA...


El tercero en la fila, quiere ser primero; desea ser el Jefe. Se une al grupo del diputado, sonríe al grupo de oposición y abraza a su Jefe... con todos y con ninguno.
Equipo Civilitas.
La conspiración es una de las acciones más antiguas en la historia de la humanidad, desde aquellas épocas en que la humanidad se dedicaba a la caza y recolección hasta nuestros días; siempre se han existido, no hay época exenta. Allende deseo el puesto de Hidalgo, porque consideró que su “jefe” era mal comandante. Conspiradores tenemos, siempre, el tiempo es corto para mencionarlos a todos.

Pero qué es la conspiración, ¿es una droga de distribución restringida? La droga de la conspiración, es nociva en los políticos, pero inocua en los “grillos” o políticos de café; los grillos, no dejan de hacer ruido pero nunca hacen nada, solo molestan; son esos políticos de café que nunca faltan, siempre están presentes, se reúnen en la mañana, tarde o noche dependiendo de las costumbres del lugar. Beben café, cerveza, tequila o vino; cualquier bebida que les mantenga despiertos y les permita desinhibirse.
En cambio los políticos, sin importar el lugar que ocupen y el rango autoridad que tengan; en cuanto son llamados, a la chitón callada, con discreción, sigilo o sólida secrecía; se transforman, empiezan a caminar distinto, levantan la ceja, modulan la voz o saludan con firmeza. Todo eso y más les produce el simple hecho de ser llamados a una reunión “discreta”.

En cuanto el reloj marca la hora, se disponen a llegar al lugar, tomando las debidas medidas de seguridad; voltean sobre su hombro varias veces; ingresan al lugar y al ver rostros familiares, no pueden ocultar su sorpresa; pero se exaltan aún más, cuando descubren que miembros de la oposición han sido invitados.

Al iniciar la reunión, no falta el “prudente”, que señala: “no estamos, todos los que somos; pero somos, todos los que estamos”; se celebra la reunión de manera simple y llana se plantea que el “Jefe” debe caer… nadie dice nada, están a la espera de que alguien emita un pequeño sonido gutural; cuando esto sucede, las muestras de apoyo y declaraciones a favor de la caída del “Jefe” no se hacen esperar. Al terminar la reunión, con las comisiones distribuidas, se les advierte, “no comenten nada, nadie puede saber que estuvimos aquí; tengamos o no éxito”.

El novel político, sale presuroso; camino a casa se da cuenta que estuvo en una reunión para derrocar al “Jefe”, organizada por el diputado; pero mal rayo le parta, la semana pasada estuvo en otra, organizada por el partido; también para derrocar al “Jefe”. La única diferencia, el nombre de quien ocupará el lugar del “Jefe” después de derrocado. Se percató que ambas reuniones tuvieron personajes, que asistieron a las dos.

No importa, se dice el novel político, que caiga el “Jefe” que no me supo valorar y por lo tanto no ha querido compartir los privilegios del poder. Estos pensamientos no son exclusivos de este novel político y pronto busca en sus subordinados aliados para que se sumen a la causa. No le importa ser el consentido de su “Jefe”, si Brutus conspiró y mató a César, por qué él, no puede hacer lo mismo. Aunque debemos de señalar que los conspiradores contra César, pensaban en “su” futuro y Brutus, en el bien de Roma.

Esta historia, para unos es mera ficción y realidad para otros; dependiendo del lugar y el momento; desde el primero de Julio, los grupos de interés han estado moviendo sus piezas para colocar a sus “mejores” hombres en puestos de influencia. En México, por ejemplo cientos de municipios cambiaron de administración y estamos en espera del cambio de poderes a nivel federal; pero sin importar que el cambio sea en diciembre, las listas de los posibles delegados federales ya se están manejando; cada grupo tiene “su” lista y no descansará hasta que logre que el “Jefe” le haga caso, o bien; empezarán a conspirar. Es un hecho, escrito está en la historia: El tercero en la fila, quiere ser primero; desea ser el Jefe. Se une al grupo del diputado, sonríe al grupo de oposición y abraza a su Jefe... con todos y con ninguno.