“Ayudándonos unos a otros tendremos lo más importante para nosotros, un 'MUNDO CON FELICIDAD', sin rencores, sin guerras pero lo más importante con mucho 'AMOR' " por Anónimo. Los matehualenses estamos viviendo una serie de cambios, y desgraciadamente existe resistencia; en ocasiones irracional e interesada. En pocos días, para ser precisos el próximo primero de Octubre, a un año de haberse realizado los cambios de poderes municipales, entrarán en funcionamiento los parquímetros; estos tendrán la función básica de optimizar el espacio público, utilizado para el estacionamiento de nuestros automóviles.
Muchas reacciones hemos presenciado, tanto del lado de la ciudadanía, como de los medios de comunicación y del propio gobierno municipal. Son tantas los comentarios, que nos hacen olvidar para qué necesitamos los parquímetros. La verdad sea dicha, quisiéramos mantener a Matehuala, en una especie de oasis, lejos de la modernidad y del ordenamiento propio de las grandes urbes.
Los jóvenes de hoy, debemos estar consientes, de la problemática que se genera cuando se da el hacinamiento urbano, no necesitamos esperar a tener los problemas de Monterrey, para empezar a pensar en soluciones; supuestamente para eso está el Plan Municipal de Desarrollo Urbano, para mantener y fortalecer el sano equilibrio entre los diferentes actores y elementos que comparten un espacio; debemos de respetar el equilibrio ecológico y optimizar los recursos naturales. A menos que deseemos vivir en el caos urbano.
Muchos de nuestros amigos y familiares han vivido en Monterrey, ellos nos comentan que allá por los años 70, la ciudad era un verdadero caos vial; demasiadas rutas de transporte urbano; que provocaban la saturación y en consecuencia el congestionamiento vial; se soluciono hasta que se realizo una administración del entorno urbano. Ese proyecto no fue exclusivo del gobierno, en ninguno de sus niveles; participaron los ciudadanos a través de diferentes instancias.
En Saltillo, algo similar aconteció; en fin, los verdaderos casos de éxito en la administración del entorno ecológico, ha sido vital la participación de los ciudadanos. Usted, amable lector, se preguntará, ahora ¿qué pasó? ¿Acaso secuestraron a los Civilitas? No, nada de eso, lo que sucede es que nos preocupa que una acción que prepara el arraigo de una medida para lograr el equilibrio ecológico sea menos preciada. Todos sabemos que ante la falta de estacionamiento, tenemos que dar una o varias vueltas, hasta que nuestros pasajeros, resolvieron sus problemas; pero mientras esto hacemos; las emisiones de venenoso dióxido de carbono, aumentan peligrosamente.
Pero por qué, tenemos que dar vueltas, pues por la falta de estacionamiento, y es que algunos llegan al centro y dejan su automóvil estacionado, por espacio de seis horas; sin tener necesidad real, ya que alguien puede dejarle o llevarle al trabajo y no ocupar un espacio. De esa forma, quienes ocuparían los espacios serían los que tienen que acudir a atender un asunto, una vez alcanzado su objetivo, subir a su auto y retornar a su casa. Es decir, se generaría un flujo de autos y consecuencia de clientes; evitando la acumulación del venenoso dióxido de carbono.
Pero no se trata de defender a los parquímetros, por defenderlos; creemos que es una medida necesaria; aunque no muy popular, sobre todo por el actual de algunos comunicadores que se empeñan en distorsionar la realidad. Y es que, juzgue usted amable lector, mientras que el rotativo para el cual escribimos, menciona que existe un clima de diálogo y acercamiento; otro establece lo contrario. Esto solo genera confusión y desconcierto. La medida ha sido vista con buenos ojos por CANACO y COPARMEX, e incluso por locatarios del mercado Arista.
No quisiéramos pensar que esta confusión, es generada por la esperanza de obtener un beneficio; poco honesto; ahora sí que defendemos la casa; es decir, de este medio de comunicación no existe nada por el estilo; ¡ni de broma!, cosa que no podemos asegurar de los otros. Cada quien sabe lo que lleva en el morral. Ignoramos si existen los ángeles, pero de los demonios sí podemos dar testimonio, los hemos visto; huelen feo y no son de aquí.
Otros simplemente, trabajan para llevar aguan a su molino, sobre todo aquellos que desean generar capital político, es decir, seguidores ciegos; que al no tener voluntad obedecen los dictados de la voluntad extraña a su cuerpo. Pronto los conoceremos un poco más, usted los puede distinguir, fácilmente se etiquetan de líderes sociales, solo porque gritan ¡No! Pero ninguno ha propuesto absolutamente nada.
Por eso aprovechamos, la oportunidad de brinda un comentario para el Consejo Ciudadano, que esperemos se concrete en realidad y no solo en buen deseo; quisiéramos que tomarán en firme la propuesta de destinar de cada peso que obtenga el municipio, al menos 10 centavos para incrementar el equipo y entrenamiento de los cuerpos de rescate, como Protección Civil, Bomberos y Cruz Roja; les mencionamos sin ningún orden de preferencia, pero si con la firme petición mejorar las condiciones del equipo con que cuentan, no esperemos a que suceda un desastre, para hacernos de lo necesario.
Y es que, no debemos de pensar sólo en nosotros, cuando vivimos en comunidad y dependemos de ella; nosotros, tenemos la fortuna de que la 57 abarque nuestro territorio; en ella varios de accidentes ocurren, durante el año. Debemos de fortalecer a los cuerpos de rescate; para eso pueden servir los parquímetros o usted, amable lector, ¿Qué opina? No podemos ver sólo lo negativo, la vida no es en blanco y negro; existen diversos tonos de gris.
Como ve amable lector, quiéranos tirar piloncillos por el panteón, en Semana Santa; todavía, pero la costumbre se pierde en la inmensidad de nuestra memoria; lo decimos porque no podemos aferrarnos al pasado, tenemos que cambiar.
Pero nunca con desorden, por eso es necesario que se tenga un reglamento de parquímetros; por aquello de reglas claras antes de iniciar el juego. Además, de tener un beneficio en el ordenamiento vial, los parquímetros pueden apoyar a los cuerpos de rescate; haciendo cuentas serían como 50 mil pesos, durante dos años y después, obviamente se incrementaría la cantidad; al menos eso dicen los del municipio. Esperemos que suban pronto a su portal de transparencia el reglamento de parquímetros. Y que todeo sea por el bien de Matehuala, la Perla del Altiplano.
