“La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás” Sir Winston Churchill. Este tipo de frases surgen cada tres años, en nuestro país. La democracia es un estilo de vida, lo decimos, porque escrito está, en columnas anteriores; de hecho los constitucionalistas le plasmaron en nuestra Carta Magna; el sistema educativo nacional, tienen como objetivo cívico el fortalecer el espíritu democrático, pero no solo como un sistema para renovar los puestos de elección popular, si no como un sistema de vida, que fortalezca la identidad nacional.
Los institutos políticos, durante el proceso de conformación deben de garantizar que sus estructuras de gobierno, son democráticas y constructoras de de este estilo de vida. Pero la democracia no es ganar una elección, por mayoría; mucho menos por unanimidad; es en primera instancia tolerar las opiniones poco informadas de nuestros conciudadanos; en segundo lugar, es el escuchar opiniones opuestas a la nuestra y por último, el saber plantear nuestro punto de vista sobre determinado tema. En todo este proceso, herramienta fundamental es el diálogo.
Hoy por hoy, existen conciudadanos equivocados en la forma de realizar sus planteamientos; en ocasiones se rehúsan a utilizar el dialogo, como instrumento para la solución de nuestra problemática. Creen que con tan solo alzar la voz, se convierten en líderes, dignos de seguir y peor aún, creen que el tener demasiados seguidores les permite convertirse en fuente de verdad.
Las decisiones democráticas, no son aquellas que se toman por el número de votos, recordemos a aquellos policías que fueron quemados vivos, en el Distrito Federal, cuando el buen Marcelo Ebrad, tenía un cargo en seguridad, esta situación le costó el puesto; pero no su carrera política. Véalo usted mismo, hoy es el gobernante de la Ciudad Capital, y se encuentra preparándose para competir por la candidatura a la presidencia de la República, es un digno alumno de Manuel Camacho.
También recuerde a Juanito, popular; pero no por eso conservo la delegación de Iztapalapa. Conto con el apoyo de Andrés Manuel; pero termino en un simple instrumento de la mercadotecnia política; obtuvo el puesto y fue depuesto; lo que ocasiono que aquellos que votaron por él, y que eran la mayoría, comprendieran que no tenían la razón; o verdad como Usted, amable lector, lo prefiera.
Hoy en nuestra Matehuala, tenemos que preocuparnos por estimular mecanismos de diálogo y participación; pero que garanticen que la toma de decisiones sea madura y racional. No con gritos, mucho menos utilizando el rumor, la calumnia, la difamación, la intriga o lo peor, la mentira; para hacer prevalecer determinado punto de vista. Lo comentamos, porque hemos sido testigos que varios soldaditos, como los JUDAS y los Pseudo líderes, sucumben a la tentación de emplear estas herramientas para alcanzar sus fines.
Perdón, olvidamos que no todos conocen a Chaverri, Onésimo y Felipe como JUDAS, mil disculpas; pero en nuestras reuniones así les conocemos. Pero volviendo a nuestro tema, creemos que es necesario que empecemos a generar estos mecanismos de participación; donde la comunicación sea el punto de partida. En pasillos y corrillos, se comenta que el esfuerzo, de los que estas líneas escriben, está dando resultado. Usted recordará, amable lector, que desde la semana pasada estamos realizando un pequeño esfuerzo para acercarnos a nuestros conciudadanos, utilizando las redes sociales, hemos recibido comentarios de nuestros connacionales matehualenses radicados en la unión Americana.
Este esfuerzo dará frutos, lo sabemos; pero también sabemos que necesitamos encontrar nuevas expresiones para la participación; por eso les invitamos a que nos escriban para darnos su punto de vista, así como los cuestionamientos que consideren pertinentes. La democracia y Civilidad se construyen en el día con día. Hemos procurado que uno de nuestros integrantes siempre esté conectado, tanto en Twitter como en Facebook; para que la puerta de la comunicación nunca se cierre.
Ayer por ejemplo, nos llegó la pregunta sobre los parquímetros, por parte de nuestro amigo Miguel, tan pronto recibimos su inquietud nos dimos a la tarea de responder. Siempre procurando mantener el postura de lo que hemos conversado sobre el tema, aunque esta no fue la primer inquietud; sí vimos con agrado que se pidiera que aclaramos si estamos de acuerdo o no.
Por eso surgió la inquietud entre los compañeros, por qué no solicitar a los regidores que abran un espacio similar; para que los ciudadanos interesados en conocer su trabajo, se acerquen; haber si por este medio los conocemos un poco más. Recuerde usted, que los regidores son los funcionarios municipales, que ganan mucho por no hacer nada, al menos ese es el sentir de amigos cercanos.
Esta propuesta no es broma, tiene toda la formalidad de ser una propuesta pública para los regidores de Matehuala, queremos saber sus puntos de vista, que manifiesten su sentir sobre los temas torales de la Perla del Altiplano. Queremos saber si en verdad, tienen un plan de trabajo personal o simplemente nadan de muertito. Aunque tenemos que manifestar, bajo protesta de decir verdad, que ciertamente tenemos a varios personajes de Matehuala en la lista de amigos: podemos mencionar al Diputado Local Pepe Nava y a la regidora matehualense Isabel Cristina Rueda Leyva; así como al amigo Miguel Ledesma.
Todos ellos interesados en lo que hacemos, cosa que nos conforta y alienta; es gracias a los comentarios vertidos en los espacios de internet, que surgió la propuesta para que los regidores hagan presencia, pero con los planes personales de trabajo, eso no implica que gasten gasolina y mucho menos viáticos. Solo necesitan de paciencia y pruebas de que realmente se encuentra trabajando diariamente. No deben temer a una sobre exposición, ahí tienen al Oficial Mayor de la presidencia, quien también se sumo a nuestra lista de amigos; asumiendo la actitud: el que nada debe, nada teme.
Si andamos por el mundo, pensando que siempre habremos de imponer nuestra verdad y criterio realmente necesitamos de una lobotomía, aunque no la deseamos para nadie en particular; si tenemos que tener la suficiente humildad democrática para aceptar que “La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás”
