“No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto” Aristóteles. Esto deberían de saberlo muy bien los hombres y mujeres que se dedican a la política en Matehuala, la siempre bella Perla del Altiplano, Ciudad de las Camelias. Lo decimos porque escrito está, ayer apareció en un rotativo de la ciudad; los supuestos comentarios; emitidos por los regidores en una reunión privada e informal; es decir, no era una sesión de Cabildo con todos sus prerrogativas.
Este tipo de reuniones no son extrañas, se realizan para realizar acercamientos sobre determinado tema, pueden ser realizadas con miembros de una sola fracción o de varias; pero siempre con una condición la discreción absoluta; sin embargo, fuimos testigos de que por primera vez se viola la condición fundamental de la discreción. En esta reunión, por lo que dice la columna del rotativo, solo se encontraban presentes los regidores y el alcalde.
No se establece la hora de la misma, pero suponemos que no fue realizada en horario de trabajo; y como es costumbre, seguramente la realizaron al caer la noche. Entonces tendríamos que eliminar a todos, con excepción de los arriba mencionados. Por lo tanto, diría nuestro maestro de lógica, quien filtro la información es un miembro del Cabildo. Sólo quedan doce regidores y dos síndicos. Lo que se hablo, no es importante, la falta de seriedad, es lo grave; la traición al compromiso de conversar de manera informal, que incluso eliminaron la formalidad del acta.
Un regidor o varios, realizaron complot contra el resto de sus compañeros. Fue o fueron capaces, de ventilar asuntos, que el resto pensó, quedarían en la reserva. Como dirían los abogados en el secreto del juzgado. Esto ha generado desconfianza; cómo será posible que traten temas de mayor seriedad, trascendencia y relevancia; si uno o varios adoptan el papel de JUDAS. Saludan con un beso, con un apretón de manos y a sus espaldas entierran la daga; no quedando más que decir: “Tú también Brutus”, y para que no existan malos entendidos, permítanos decirle que esta frase la pronunció el emperador Julio César, cuando se percato que su “amigo” le traicionaba enterrándole su daga.
¿Podrán ahora los regidores, reunirse para llegar a acuerdo? ¿Tendrán la misma confianza? En el sondeo realizado por sus servidores, nos percatamos que se realizan apuestas sobre quién o quiénes son los Judas. Se ven con el rabillo del ojo, hablan en voz baja, temen ser escuchados, pero sobre todo que se ventilen sus comentarios en los rotativos de la Ciudad o pero aún del Estado. Sospechan, manejan nombres; aunque no tienen certeza seria; ya no existe la confianza entre ellos. Lo más difícil de ganar es la confianza, pero también es lo más fácil de perder; y cuando se pierde jamás recobrará el mismo nivel.
Esta no fue una acción maquiavélica, ni siquiera una estrategia desesperada para alcanzar determinado fin; el tema de la reunión salió sobrando, no importa. Se destruyo la confianza, y ahora, hipócritamente darán y recibirán el saludo de los buenos días. Esperando la oportunidad, para destruir al Judas o Judas. No es necesario ser maestro en el análisis político, tampoco ser un experto en la lectura entre líneas para saber de quién es el culpable. A quién señalar a voz en cuello como el responsable de tan baja acción.
Si revisamos sobre quiénes saldrían beneficiados, con la filtración de lo comentado en la tan citada reunión; tendríamos una corta lista, y afortunadamente no es de una sola fracción, podemos con certeza decir que esta acción no beneficio a los azules, ni a los colorados y mucho menos a los amarillos. Beneficio a los grupitos de interés, que prefieren un Cabildo inestable y desunido; prefieren saciar su interés insano y oscuro.
Veamos, ex funcionarios de Víctor Mendoza, necesitan esto; sobre todo cuando el Congreso del Estado o la Auditoría Superior del Estado, emitan su veredicto sobre la cuenta pública, determinando si todo lo que dejaron como adeudo es Deuda Pública. Prefieren verlos divididos, que unidos en contra de ellos; recuerde usted, amable lector, que el Cabildo en pleno no acepto la deuda de la administración de Mendoza.
Los fieles a los ex funcionarios de Víctor Mendoza son: Berino, porque es el concuño; Chaverri, porque es esposo de la ex tesorera. Pero Chaverri, no actúa solo; siempre va de la mano de sus compañeros de fracción multicolor: el colorado Felipe Rodríguez, del que se puede comentar infinidad de hechos nada positivos; y el amarillo Onésimo González, especialista en aventar la piedra y esconder la mano.
Por qué pensamos que desean generar división; simple, además del supuesto comentario de la reunión, porque ignoramos si lo escrito es fiel a lo sucedido, se retoma el tema del Bono de la pasada administración y de la actual. Vemos que se enfilan las baterías, para atacar a quien hizo la propuesta. División, intriga, rumor; son las armas del padre de la mentira, cuando pretende desviar la atención de un tema toral, por venir.
Ahora bien, atando cabos, quedó manifiesta la cercanía de Chaverri con un periodista; teniendo el descaro de introducirlo a Palacio Municipal en el ceremonia del Grito, manifestó que no llevó a su familia pero el periodista era su invitado; curiosamente ese periodista escribe para el rotativo en cuestión. Esta acción solo nos permite consolidar una hipótesis que salta a la vista. Se generan muchas incógnitas, por ejemplo: ¿A qué se debió la ausencia de la familia del regidor, cuando para todos es conocido lo fuerte de su relación como familia? ¿Acaso la ex tesorera, no quiso exponerse a un desaire del pueblo? Era la fiesta cívica, más importante y se ausentó, ¿por qué? ¿Cuál era el temor? ¿Cuál era la intención?
Es de todos conocida, la alianza de Chaverri con el amarillo y el colorado; así como las diferencias existentes entre este y los otros cuatro colorados; no pertenecen al mismo grupo; de hecho durante la campaña pasada, Geroche recibió más reclamos por tener a Felipe Rodríguez, que por su ausencia de Matehuala; reclamos realizados por los mismos colorados.
El regidor amarillo, solo se deja llevar. En su afán de consolidar la pluralidad, abandona el discurso contra los colorados y los azules, dejando en claro que pretende una alianza más por interés que por ideología. No vemos que los miembros de su instituto político, estén a su lado, brindando asesoría y apoyo; por el contrario vemos que uno de los más reconocidos amarillos, Ariel Chávez, mantiene una postura contraria a la del regidor amarillo. Por ello, decimos que hoy por hoy, “No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto”. No se puede asumir la hipocresía como una norma de conducta. Escríbanos a civilitasmatehuala@gmail.com o si lo prefiere encuéntrenos en www.Facebook.com
