miércoles, 3 de noviembre de 2010

AUSENCIAS CAUSAN OLVIDOS

“Ausencias causan olvidos”. Refrán popular. Durante la mañana del día de ayer, antes de ir a presentar nuestros respetos a los difuntos, nos deleitamos con las tradicionales calaveras, hechas verso y hechas de azúcar; gracias al ingenio de nuestros compañeros Mictlan y Tonatiuh Rangel Tovías; en El Imparcial, mientras que en El Resumen del Maestro Chebo, tenemos que reconocerlo fue un excelente trabajo. En ambos medios dieron cuenta de los diferentes personajes que viven y participan en nuestra siempre Bella Perla del Altiplano, ellos retomaron la tradición de las “Calaveras”, versos festivos que comentan en epitafio el día de muertos, los defectos de personajes vivos que son presentados como ya muertos, sin respeto por jerarquías sociales o por la importancia política de quienes son satirizados.
Todos esperaban las famosas calaveras, para ver qué se dice y sobre todo cómo se dice; se escribieron calaveras de los regidores, Elba Esther Gordillo, Maestros de la URSE, Poncho Nava, Javier Hernández Loera, Alejandro Tovar, Pepe Nava, Zenón Campos, Lili García, Víctor Mendoza, Jesús Salvador Ramírez, Juan Manuel Segovia, panistas, Emanuel Páez, Rigo Reyna, Alejandro Cázares y síndicos municipales. De todos algo se comento, para bien o para mal.
En cada una pudimos leer defectos, llamadas de atención y hasta cosas positivas; en fin lo que algunos comentan en los pasillos y corrillos de nuestra siempre Bella Perla del Altiplano. Los que recibieron el honor de tener su calavera, complacidos por la deferencia, permitieron la sátira sobre sus personas; con una sonrisa le aceptaron; aunque debemos de decir que algunos cuantos, poca gracia les causo. Le sintieron como agravio. No tomaron en cuenta que al menos, en vida les recuerdan y con gracia les mencionan.
Tenemos que aceptar, que el rimar es todo un arte; siendo titánica la labor cuando en unas cuantas líneas, deben de plasmar algo significativo de la persona. Tarea nada fácil, porque con gracia se debe escribir y muy claros al describir. Quienes se han molestado, no comprenden que las calaveras son parte de nuestras tradiciones, no podemos hablar del Día de Muertos, si no disfrutamos de los comentarios que nos arrancan estos versos. Unos con mayor gracia que otros, pero celebramos que se sigan realizando.
Lo que nos llama la atención es que “Santo que no es visto, no es adorado”… lo decimos porque escrito no está, el nombre de varios personajes en las pasadas calaveras; no vimos a varios, que participan en la vida política de nuestro municipio; pareciera que nada malo o bueno han realizado, tienen el color gris de los indiferentes. Esto no llamaría nuestra atención, sino fuera que pronto suspirarán por nuevas posiciones.
Y es que estará de acuerdo con nosotros, amable lector, que para algunos políticos es vital que se hable bien o mal de ellos, pero que se hable. Algunos cuando son objeto de críticas, invocan las líneas escritas por Cervantes, en El Quijote: “Dejad que los perros ladren, es señal de que vamos avanzando”. Pero cuando los perros callan, ¡cuidado! Es síntoma de que nada se está haciendo, no se avanza; al contrario se cae en el siniestro silencio indiferente.
Cada vez, que los diferentes comunicadores dedicados a la elaboración de los comentarios políticos, invocan un nombre es porque les ha llamado la atención; a algunos se les menciona con la intención de descalificarlos y a otros simplemente para ensalzarlos. De honor o desgracia, se deben de cubrir, pero nunca pasar desapercibidos. No importa de qué nivel de gobierno hablemos, no importa la instancia para la cual trabajen; pero que se hable bien o mal.
Bien dicen los que saben, que los medios de comunicación son una vitrina, donde podemos contemplar a los diferentes actores, los podemos analizar, juzgar y condenar; ¿Pero qué pasa cuando no se es mencionado, cuando simplemente se convierte en un pasajero sin nombre, en este tren denominado vida? El costo para que estos políticos, recuperen terreno es grande. No todos cuentan con los recursos humanos y materiales para ello; y de la capacidad, mejor ni hablemos.
Los políticos de hoy, recurren a diversos medios para posicionarse, algunos cuentan con su espacio en las diferentes redes sociales, presentes en la Gran Carretera de la Información, denominada Internet. Algunos sólo hacen acto de presencia, mientras que otros les saben utilizar. Desean ser conocidos, para después ganar adeptos, saben que en la batalla electoral por venir, el tener presencia en este medio le será de gran utilidad, para acercarse a los jóvenes, pues son ellos, los que definirán el rumbo de las elecciones.
Por esta simple razón, buscan ser reconocidos cuando caminan por la calle, desean que todos les conozcan por su nombre y apellido; requieren de prestigio. Por eso el día de ayer, cuando simplemente no fueron mencionados; rápidamente exclamaron, “al menos, no me mencionaron”. Ignorando que sus nombres se encuentran en el siniestro silencio indiferente. Cuando le comprendan, entonces, harán hasta lo imposible por recuperar terreno.
Aldous Huxley, expresó que “Los hechos no dejan de existir porque se les ignore”, pero cuando se desconoce o al menos no se recuerda quién es el autor de determinado hecho, eso es lo grave. Hoy por hoy, podemos afirmar que pocos actores políticos fueron citados o mencionados, tanto del bando azul como del colorado; de los amarillos mejor ni hablemos, pareciera que solo cuentan con dos elementos.
El gran escritor inglés, William Shakespeare dijo: “El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia; esto es la esencia de la humanidad”. Pero por si fuera poco, rematamos con la siguiente frase de Oscar Wilde: “Que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen”. Estos personajes no pueden estar equivocados, y si bien es cierto, no poseen la Verdad Absoluta, al menos tienen algo de esa Gran Verdad.
Si estas líneas incomodan a los diferentes actores políticos, que aún se encuentran en el siniestro silencio de la indiferencia, esperemos que antes de emitir comentario y agresión, primero reflexionen sobre su actuar pasado, presente y sobre todo futuro. Con la finalidad de que generen su estrategia personal para posicionarse y sean considerados posibles suspirantes a los diferentes puestos de elección de popular. Qué bien dijo el fundador, que no haya ilusos para que no haya desilusionados. Si hoy, no queremos desilusionados en ningún Instituto Político, se debe de trabajar en el día con día.
Los no mencionados el día de ayer, en ninguno de los medios de comunicación; nos referimos a aquellos que no fueron mencionados en las tradicionales calaveras, deberán de sentarse en la Plaza de Armas, para meditar en el por qué, antes de preguntarse por él culpable. Siempre pensando que ellos son los arquitectos de esas ausencias que causan olvidos.