viernes, 19 de noviembre de 2010

EL ÚNICO PECADO DE DÍAZ FUE ENVEJECER

“El único pecado de Díaz fue envejecer”. Álvaro Obregón (1880-1928). Militar, político y ex presidente de México. Lo dicho por un líder revolucionario que llegó a convertirse en el Presidente de la República Mexicana, tiene tanta razón y ¿Cuáles son los pecados de los gobernantes posteriores? ¿Cuáles son los pecados de la Sociedad Mexicana? ¿Cuáles son los pecados de las diversas organizaciones obreras y campesinas? ¿Acaso el pecado sólo fue de Porfirio Díaz?
Tras la derrota de Porfirio Díaz, hubo personas que le lloraron; mientras que otras se apresuraron a ocupar el espacio que este hombre dejó vacío, se dieron levantamientos a favor de Madero y en contra de él. Todo era caos, no existía un rumbo, la promesas de los actores políticos de aquel entonces, tardaban en cristalizarse. No era fácil dar cumplimiento a cada sentencia, como aquella que rezaba: “Tierra y Libertad”, pues se tenía que despojar a unos para darles a los otros.
Los campesinos que fueron carne de cañón, fueron sin duda alguna los más decepcionados, ellos se convirtieron en los fieles soldados de Pancho Villa, Orozco, Zapata, Obregón, Calles, Cárdenas, Carranza y… eso sólo por mencionar algunos. En aquellos años de confusión, la moda era pertenecer a determinado grupo militar y después ser un político. La convención de Aguascalientes, un intento. La Constitución Política, sólo se consolido tras darse la derrota de determinados grupos armados. La situación no era nada fácil.
Se atribuye a Francisco J Mujica la frase: “Estamos todos los que somos y somos todos los que estamos”; haciendo alusión a que predomino en el Constituyente del 17, el pensamiento masónico de diferentes ritos, unos más jacobinos que otros, pero a final de cuentas provenían del Templo de Salomón, con la protección del Gran Arquitecto del Universo.
La Revolución Mexicana inició el 20 de noviembre de 1910 pero no termino si no 20 años después; se tuvieron que dar cientos de reacomodos en cada estado de la República Mexicana; surgieron líderes, caudillos militares o caciques; llámeles como usted amable lector lo prefiera, aquí en San Luis Potosí, tuvimos lo nuestro, bueno a nuestros abuelos y bisabuelos les tocó vivir esa mágica época de transición de la dictadura porfiriana a la dictadura de partido; también llamada dictadura monárquica por Daniel Cosío Villegas o denominada dictablanda por Mario Vargas Llosa.
Tras el triunfo de los carrancistas y los pactos con los diversos grupos armados, se reúnen para dar forma a la Constitución Política en 1917, pero con el paso del tiempo este documento ha sufrido tantas enmiendas, que podríamos afirmar que la vigente dista mucho de aquella que se promulgo el 5 de febrero; fecha emblemática para los católicos, pues es el día de San Felipe de Jesús, en ese entonces el único santo mexicano; así que los masones buscaban como opacar la celebración religiosa con una fiesta cívica. Ese fue para algunos historiadores el inicio de las hostilidades entre el gobierno y la Iglesia Católica.
Después del conflicto cristero, se tuvo que revirar pues el costo social que implicaba la imposición de un estado laico, era demasiado alto; y el gobierno no podía tener dos frentes así que pacto la paz con la jerarquía eclesiástica, concediendo ciertas prerrogativas las cuales fueron en aumento conforme paso el tiempo, hasta llegar a su máximo en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari, es decir, reconocer a los sacerdotes y religiosos como ciudadanos con derecho a votar. Los que son mayores, tendrán mayor conciencia de esto que nos han contado nuestros padres.
Los obreros por su parte se fueron organizando en diversas organizaciones, muchas de ellas para subsistir se tuvieron que afiliar al partido de estado, y evolucionar con él desde se forma primitiva del PNR hasta lo que hoy conocemos como PRI. Durante este tiempo las organizaciones obreras, fueron fuentes del clientelismo político, eran el voto duro del partido gobierno. Siempre a cambio de concesiones o prebendas políticas para los dirigentes y en ocasiones para los mismos obreros.
Los maestros también se organizaron en torno al SNTE, aunque con el tiempo fueron convirtiéndose más en un problema para el sistema, pero en los tiempos de fidelidad eran una fuerza extraordinaria de movilización de votos cautivos. Eran los más organizados, su sistema de premios y castigos también era envidiable. Hoy por hoy, tuvieron la osadía incluso de fundar su propio partido, aunque sin renegar del todo del PRI. Los maestros además de votos fueron semilleros de verdaderos políticos, ¿Recuerda Usted amable lector a Carlos Jongitud Barrios, ex dirigente nacional del SNTE y ex gobernador de San Luis Potosí? Uno de los pocos que se salvo de la purga salinista.
Los petroleros otro componente básico en la organización del sistema de control del PRI gobierno, cuyo dirigente Joaquín Galicia, si mal no recordamos, conocido como “la Quina”; este dirigente si sufrió la purga salinista, no tuvo oportunidad de defensa y poco a poco su fuerza se extinguió. Los electricistas también eran una fuerza considerable, fieles e incondicionales gracias a las prebendas sindicales.
Justo es decir que las famosas prebendas sindicales, tuvieron un alto costo para el erario estatal, el gran número de empresas paraestatales fue creciendo, so pretexto del interés social pero no dieron el rendimiento económico esperado, fueron gallinas que ponían huevos de oro, pero fueron destinadas a convertirse en mole burocrático, es decir las exterminaron. Para simple muestra, recuerde aquella empresa paraestatal denominada COTSA que administraba una gran cantidad de cines en México y que llevó a la quiebra la gran red de cines, llevando de la mano a la industria del cine mexicano.
Pero que paso con los campesinos, aquellos soldados de calzón de manta y carrilleras que marcharon en la toma de zacatecas, los que entonaban el famoso corrido de Adelita entorno a la hoguera. A ellos se les concedió el ejido mexicano, pero solo se les dio la tierra, pocos recursos económicos o asistencia recibieron; cayeron en la sombra del abandono por muchos años. Lejos de la mano del gobierno paternalista que los impulsara de manera subsidiaria y solidaria.
Siguieron siendo la bandera más cotizada por cada administración sexenal, no hubo un presidente que no los elevara a los altares de la Patria, cada 20 de noviembre; recibieron loas y discursos; pero muy poca atención real y efectiva, ellos sí que son “los abandonados” del sistema político mexicano. Sólo se les recuerda cuando es necesario utilizarles para la movilización política, para eso son excelentes, ya lo han demostrado. No existe un grupo político en México, que no haya recurrido al campesino para que se les una. Sin embargo, ya que la mayoría de la población se encuentra en centros urbanos y semi urbanos, pues conforme pasa el tiempo, van perdiendo vigencia real y efectiva. Por ello decimos: ¿Cuál es nuestro pecado ya que “El único pecado de Díaz fue envejecer”?